...


Falsa independencia la que se alimenta de la dependencia de otro;

Nadie me necesita y, sin embargo, acá estoy.

Me distraje unos meses en tu sonrisa,
en tus ojos cansados.
Me sentí cómoda en mi propia casa
observándote, escuchándote.

Pareció fácil olvidarme por un tiempo de mis errores,
creerme sanada, ser buena otra vez,
Todo era cuestión de superar miedos, volar.

Pero no soy perfecta, 
aunque por momentos tenga la fantasía de que debo serlo:
actuar bien, hacer justicia, proteger a los demás,
salvarlos.

Nadie me necesita y, sin embargo, acá estoy.

No sé vivir en los oasis, son espejismos para mí,
como el que me mostró ese día en que vino y me compartió
efímeras imágenes en una memoria de almacenamiento que luego sería borrada para liberar espacio.

Es que tal vez no exista un lugar seguro en esta vida
porque la lluvia, el viento, el sol.
Pero tampoco lo habrá jamás
si seguimos a la intemperie
construyendo refugios que usarán otros.



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