Reflexiones del Feliz día (del maestrx)


En un día como hoy, en el que circulan por las redes tantos textos con definiciones de educación y enseñanza, del buen -y por o tanto del mal- maestro, de la docencia como trabajo, como militancia, como sacrificio; vuelve a mi, con una fuerza diferente, la pregunta que me hago todos los días cuando salgo de las aulas/ espacios de encuentro con colegas, estudiantes y amigos ¿Qué es la educación y quién educa?

Pienso en las veces que desprevenida -y no tanto- me encontré dando respuestas a este interrogante Se me vienen a la mente palabras que digo constantemente a los estudiantes, por ejemplo, que la educación es un vínculo de afecto que nos posibilita o nos clausura el aprendizaje colectivo.También se me figuran momentos en los que conversamos sobre la importancia de que ellos sean gestores de sus aprendizajes, que comprendan que los maestros somos, en gran parte, instrumentos, canales, puentes entre lo que se conoce y lo que no, entre lo que se creía y lo que ya no, entre una idea vieja y una nueva, en otras palabras, somos deseo de transformación que sólo podrá concretar verdaderamente aquel que quiera.

Me permito recordar las veces en que estudiantes y colegas me educaron a mí, incluso en situaciones que no tenían como finalidad que eso ocurra. Los pasillos, los recreos, una conversación que irrumpe, una mirada de atención, una opinión que contradice, una actitud que sale de lo esperado. Recuerdo también a mis profesores y maestros, de quienes llevo tanto encima que encontrarlos y abrazarlos hoy es como reencontrarme conmigo misma. Pienso también en la enseñanza por fuera de las instituciones, en mis compañeros de estudio, en los niños, adultos y adolescentes con los que nos encontramos en algún taller, en alguna calle. En los amigos que me trae la vida, en las conversaciones de un bar o un café, en todas esas personas que transformaron y transforman mi vida en una mejor.

Transformar, amar, saborear,
desear, buscar,
descubrir, crear,
educar, filosofar.
Ser libres, juntos.

No sé si es para esto que venimos al mundo. No sé si vinimos con un propósito o razón. No sé siquiera si vinimos de algún lado o si aquí estuvimos siempre. Pero si esta es nuestra voluntad, con eso debería alcanzar para hacerlo verdadero hoy.

"Vivir en el amor por la acción y dejar vivir por la comprensión de la voluntad ajena, esta es la máxima fundamental del hombre libre." Steiner, R.

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