y a la nave, hay que quemarla.

...

El día o la noche en que por fin lleguemos
habrá que quemar las naves
pero antes habremos metido en ellas
nuestra arrogancia masoquista
nuestros escrúpulos blandengues
nuestros menosprecios por sutiles que sean
nuestra capacidad de ser menospreciados
nuestra falsa modestia y la dulce homilía
de la autoconmiseración

y no sólo eso


también habrá en las naves a quemar
hipopótamos de wall street
pingüinos de la otan
cocodrilos del vaticano
cisnes de buckingham palace
murciélagos de el pardo
y otros materiales inflamables

El día o la noche en que por fin lleguemos
habrá sin duda que quemar las naves
así nadie trendrá riesgo ni tentación de volver
es bueno que se sepa desde ahora
que no habrá posibilidad de remar nocturnamente
hasta otra orilla que no sea la nuestra
ya que será abolida para siempre
la libertad de preferir lo injusto
y en ese solo aspecto
seremos más sectarios que dios padre

No obstante, como nadie podrá negar
que aquel mundo arduamente derrotado
tuvo alguna vez rasgos dignos de mención
por no decir notables
habrá de todos modos un museo de nostalgias
donde se mostrará a las nuevas generaciones
cómo eran París, el whiski  y Claudia Cardinale.


Hombre apasionado, Benedetti





Comentarios

  1. Jaja, en nuevo contexto y con las palabras del mismo Julio, la cita tiene mucho más sentido, no ur?
    También te quiero hermosa

    y nadie mejor que el señor Mario pa describir nostalgia y pasión y hacerle buen frente a la tibieza!

    Beso enorme

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