Un pájaro vivía en mi
Una flor viajaba en mi sangre
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
(Aquí yace un pájaro. Una flor. Un violín)
el Epitafio de Gelman
y el mio.
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